Destruidas 2.5 Toneladas de Cocaína de la Guerrilla del ELN

Durante 48 horas, servidores del Grupo de Investigaciones Especiales del CTI con apoyo del Ejército Nacional y la Fuerza Aérea se internaron en zona rural montañosa del municipio de Cumbitara (Nariño) para ubicar, allanar y destruir un laboratorio para el procesamiento de cocaína perteneciente a una columna móvil del ELN, al mando alias Fercho, quien al parecer trafica narcóticos para carteles mexicanos.

La investigación coordinada por un fiscal destacado ante el CTI, con base en información de la DEA (en inglés, Drug Enforcement Administration), permitió establecer que el complejo cocalero tenía un valor de cuatro millones de dólares, por la droga, insumos y equipos incautados.

El laboratorio estaba conformado por ocho edificaciones artesanales acondicionadas para que al menos 50 personas realizaran una producción mensual de 5 toneladas de cocaína.

Durante el allanamiento, las autoridades hallaron 2.5 toneladas de cocaína lista para ser embalada, media tonelada de pasta base de coca, 2.831 galones de químicos, 1.345 kilos de insumos, 324 kilos de alimentos y víveres, y un centenar de máquinas y materiales requeridos para producir la droga que sería comercializada en Centroamérica y en Estados Unidos.

El resultado exitoso de la operación obedece al Direccionamiento Estratégico 2020-2024 trazado por el Fiscal General, Francisco Barbosa Delgado, para combatir las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de estupefacientes e impactar sus rentas criminales.

El operativo

Los investigadores de la Fiscalía y uniformados de las Fuerzas Militares llegaron en helicópteros y aterrizaron en el filo de una montaña en condiciones extremas. El recorrido de los hombres era de menos de un kilómetro, pero tardaron cerca de cuatro horas para poder llegar al sitio, en medio de la maleza y por una trocha inestable llena de lodo y barrancos.

Dos unidades caninas que acompañaron la operación los pusieron a salvo, dado el peligro existente por las minas antipersonales ubicadas para proteger el complejo.

Los ocho ranchos del laboratorio (dormitorio, cocina, baterías de baños, cuarto de plantas eléctricas, cristalizadero, área de secado, entable para compresores y grandes máquinas) estaban empotrados en la montaña, rodeados de árboles pequeños y una quebrada.

Además, se evidenció un impacto ambiental negativo por el vertimiento de desechos tóxicos residuales producto de la fabricación de la cocaína a la cuenca hídrica del río Mira.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *