¿Fuego amigo en la administración López?
Con la determinación de la Secretaría de Planeación del Distrito de derogar las Resoluciones 1060 y 1631 de 2018, bajo el argumento de que no contaban con los estudios técnicos ni jurídicos, generamos pérdidas para toda la ciudad y se pone en riesgo, entre otras, la adecuación del patio taller del Metro una obra que avanzaba a buen paso y que los ciudadanos han esperado por tanto tiempo.
El atraso eventual de las obras del Metro, con esta intempestiva decisión de la SDP, será de por lo menos dos años más de lo programado, poniendo en riesgo las obras que ya se han adelantado y exponiendo a la ciudad a posibles demandas por la variación en los tiempos del cronograma establecido. Sobre la falta de estudios, hay que señalar que en la comisión accidental se informó que se estaban analizando los soportes de estas resoluciones de 2018 para presentar las nuevas zonas de riesgo de inundación en el nuevo POT a la CAR para su concertación ambiental.
Incluso, cuando se evidencian los encharcamientos e inundaciones de 2001 a 2020 (ver imagen mapa derecha puntos rojos y amarillos), muchos de esos son puntuales y más que por desbordamiento del Río, responden al mal manejo de alcantarillado y no debe desconocerse que con los trabajos de la Corporación Autónoma Regional adelantados en el Río Bogotá y del Acueducto en el Río Tunjuelo, la tendencia de estos eventos debería disminuir.
Teniendo en cuenta, las zonas de amenaza por desbordamiento, basándonos en los datos que maneja la misma Secretaría de Planeación del 6 de noviembre pasado, se evidencia que existen zonas de amenaza por distintos causales al desbordamiento, por eso es un despropósito volver al argumento sobre las zonas de amenaza e inundación del mapa 4 del POT 190/2004. Por el contrario, se evidencia en este mismo mapa de la derecha, que las zonas reales de amenaza por desbordamiento son las mismas que las resoluciones del 2018 derogadas en 2020.
Si la misma Secretaría de Planeación en la presentación a la comisión accidental que se conformó en el Concejo de Bogotá, hizo énfasis en que las zonas de amenaza que se le van a presentar a la CAR, son en gran medida las presentadas en el POT 2019 equivalentes a las resoluciones de 2018 con sus respectivos soportes, entonces ¿para qué derogar las resoluciones si estas van a ser las mismas y los avances de la CAR y Acueducto permiten que se mantengan? Es un absurdo, la derogación de las resoluciones del 2018. Realmente, más que un sustento técnico, parece más un intento de redimirse con los ambientalistas, con los que el gobierno distrital ha perdido credibilidad.
Son distintos los cuestionamientos que generan en el Distrito con esta decisión, por ejemplo, ¿cómo rige hacia el futuro las decisiones que toma ahora Planeación? ¿Se invalidarán las obras de mitigación que se venían desarrollando por la CAR y el Acueducto? ¿la zona donde está ubicada el predio El Corzo, donde estará el patio taller del Metro es inundable o no es inundable? Porque debe quedar claro este tema. Y finalmente, también vale la pena preguntarse: ¿es el IDIGER la entidad técnica del Distrito encargada de definir las zonas de riesgo para la prevención y atención de riesgos o ahora esta función es de Planeación?
Lo que debe quedar claro aquí es que todas estas actuaciones, dejan graves y serias consecuencias al proyecto de nuestra Primera Línea de Metro. Si se da la suspensión de las obras, se genera el incumplimiento de otra promesa de campaña de la alcaldesa de construir la PLMB, e incluso deja por el piso sus anuncios de extensión. Presenciamos como bogotanos un fuego amigo dentro de la propia Administración para permitir frenar este proyecto de movilidad que tanto necesita la ciudad.
Lucía Bastidas Ubaté
Concejal de Bogotá