Bogotá conmemoró su primer día como la ciudad y el campo de niñas, niños y adolescentes

El colegio Tom Adams fue uno de los escenarios para que la capital del país se transformara en el epicentro de la participación infantil con la jornada ‘Jugando Armo la ciudad y el campo’, en donde miles de estudiantes se tomaron a Bogotá para conmemorar el primer día de ‘La ciudad de las niñas, niños y adolescentes’.

En este espacio se reconocieron sus voces a través de propuestas y de la materialización de súper ideas con las cuales vienen transformando los contextos en que viven y aportando en la construcción de la Bogotá soñada por ellas y ellos.

“Estamos con todo el Distrito en las 20 localidades para que las niñas, niños y adolescentes nos cuenten sus ideas, para que celebremos. A ellas y ellos los escuchamos, Bogotá es una ciudad que los y las  cuida y protege, pero sobre todo es una ciudad que aprende de ellos y ellas”, aseguró la profe Edna Bonilla, secretaria de Educación del Distrito.

Para conmemorar su primer año, se diseñaron diferentes actividades lúdicas, culturales, académicas y recreativas que ayudaron a entender y difundir de forma pedagógica el acuerdo 887 (que declaró a Bogotá como la ciudad de ‘niñas, niños y adolescente’) a través de un recorrido por 25 iniciativas en 7 islas dispuestas así:

Creciendo entre plantas y animales (Cuidado del medio ambiente y todas las formas de vida)

Sus participantes propusieron diversas maneras de cuidar el medio ambiente a través de acciones de protección animal, elaborando casas y comederos para perritos callejeros y campañas de donación de alimentos; estrategias de reciclaje y huertas escolares y comunitarias, mediante brigadas de recuperación de espacios afectados por las basuras y jornadas de siembra, entre otras acciones

Educación para ser y crecer (Acceso a la educación de calidad e igualitaria)

En este eje temático se dieron a conocer iniciativas con propuestas para ampliar la cobertura de la educación a las zonas rurales de Bogotá, transformar los espacios y las actividades de los descansos, complementar la educación académica con procesos en arte y deporte. Estas experiencias fueron socializadas por niñas, niños y adolescentes.

Porque nosotras sí podemos (Empoderamiento de niñas y mujeres)

En esta isla las y los estudiantes realizaron ejercicios de cocreación y diálogo en torno a las formas de habitar a partir de relatos, frases, reconocimiento de entornos seguros, prácticas colectivas, movimientos artísticos, publicaciones de las acciones generadas por las niñas y mujeres.

Se destaca la elaboración de manillas con mensajes de empoderamiento y prácticas conjuntas que evidencien y restauren las denuncias realizadas por violencias en entornos educativos.

Abracemos la paz (Construcción de paz y resolución de conflictos)

Niñas y niños se encontraron con iniciativas que propusieron estrategias que mejoran las relaciones con los demás, en aspectos tan importantes como el manejo de las emociones, la expresión de los sentires a través de diversos lenguajes artísticos, procesos reflexivos sobre circunstancias que los afectan directamente como la violencia intrafamiliar y la guerra, el tiempo de calidad con los padres y madres, la comunicación y el respeto por todas las formas de vida.

Como los colores del arcoíris (Respeto y reconocimiento de la diversidad)

En esta isla participaron 27 iniciativas cuya intención fue mostrarles a los adultos, que las niñas, niños y adolescentes son diversos como los colores del arcoíris, desde sus lugares de origen, vivienda, territorio, gustos, afinidades, intereses y capacidades.

Descansar (espacio de ocio y de descanso)- Juego libre

En esta estación se desarrollaron actividades lúdicas relacionadas con los juegos tradicionales: saltar la cuerda, golosa, cucunubá, coca, trompo, yas, bolos, escalera, Twister y Charadas.